sÃOO PAULO, SP (FOLHAPRESS) – Un tribunal federal estadounidense reveló que el padre y una tía del diputado George Santos son dos de las tres personas que pagaron una fianza para garantizar la libertad condicional del político estadounidense, hijo de brasileños. La revelación se hizo bajo la presión de un grupo de empresas de medios estadounidenses, que cuestionaron el secreto impuesto sobre la identidad de los donantes.
Santos fue acusado por el Departamento de Justicia en mayo pasado de un total de 13 cargos, incluidos lavado de dinero, fraude, tergiversación y malversación de fondos públicos.
Su padre, Gercino dos Santos Jr, de 59 años, es de Minas Gerais, pintor retirado y vive en Nueva York. La hermana de Gercino, Elma Santos Previn, es una empleada jubilada del Correo de Estados Unidos y dueña de un departamento en el barrio de Queens, donde George Santos vivió más de una vez, en su juventud.
El diputado estaba luchando en la corte para mantener en secreto los nombres de quienes pagaron la fianza, alegando que recibirían amenazas de muerte.
En el depósito inicial realizado el día de la acusación en mayo, tres personas hicieron el compromiso, pero este jueves (22), solo fueron revelados los nombres del padre y la tía, en una posible señal de que la tercera persona se retiró de la participación en el fianza.
«¡No puedo creerlo!», reacciona, en una conversación telefónica desde Teresópolis con Folha de S.Paulo, Adriana Parizzi, quien era amiga de Santos, vivía con él en Queens y lo acusa de haber robado las joyas de la familia. «Tan pronto como llegué a Nueva York», recuerda, «a principios de 2011, después de que nos fuéramos, después del caso del robo de cheques en Niterói, él llegó a casa furioso, diciendo que se había encontrado con su padre y tía Elma en la calle».
Parizzi relata que días después, Santos fue a encontrarse con su padre, con quien tenía contacto limitado, tras la separación de su madre, Fátima Devolder. Gercino insistió en visitar gratis el apartamento que había alquilado con su hija pequeña y donde vivía George Santos. Y Adriana dice que no olvida sus palabras cuando la conoció: “Es mi hijo, pero abre los ojos, no se encamina a las cosas buenas”.
A finales de 2011, Adriana Parizzi y su hija, que habían pasado un tiempo en Florida, vivían más de un mes con Elma Santos Preven. “Fue entonces cuando ella finalmente me admitió que él ‘hizo estupideces’”, en referencia a la acusación de que, años antes, Santos le había robado dinero a su tía y lo había enviado rápidamente a Niterói, donde sus conocidos se sorprendieron por sus gastos.
Fue la acusación de peculado en 2010, caso en el que el diputado acababa de cerrar un acuerdo de persecución no penal, lo que asustó a Santos e invitó a su amiga Adriana Parizzi a regresar con él a EE.UU., con ella pagando todos los gastos.
La próxima audiencia en el caso de George Santos está programada para el 30 de junio en un juzgado de Long Island.
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