O lo que ella pensó que era un descanso del trabajo para relajarse y fumar un cigarrillo terminó cambiando la vida de Cary Edby, una británica de 25 años, que lucha desde hace casi cuatro años para volver a ser quien era antes del accidente .
En una entrevista con la prensa británica, Cary dijo que todo sucedió en 2019, días antes de Navidad.
“Salí a fumarme un cigarro, perdí el equilibrio y di una voltereta sobre un muro”, comenzó diciendo, y agregó que al caer “no podía hablar ni moverse”.
La caída de unos 3,6 metros hizo que ni siquiera pudiera pedir ayuda. Cary no murió de una hemorragia en la cabeza porque dos desconocidos pasaron por allí e inmediatamente llamaron al servicio médico de emergencia.
Tras el rescate, que duró tres horas, la joven fue trasladada al Hospital William Harvey, en las afueras de Londres, donde los médicos descubrieron que se había roto el cuello en tres lugares distintos. La probabilidad de estar en silla de ruedas era alta.
Luego, Cary fue trasladada al King’s College Hospital de Londres, donde se sometió a una cirugía de columna en Nochebuena. Desde entonces, ha tenido una «recuperación milagrosa», según los médicos.
A pesar de haber recuperado la movilidad e incluso de tener un hijo en abril de 2022, la británica aún presenta algunas secuelas del accidente. Ha sufrido una reducción del 50% en la movilidad de su cuello, lo que significa que tiene que girar todo el cuerpo para mirar hacia un lado, y sufre un dolor crónico que muchas veces la deja discapacitada.
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