sÃOO PAULO, SP (FOLHAPRESS) – Haciéndose eco del trágico episodio en Highland Park, en las afueras de Chicago, el año pasado, cuando un pistolero disparó contra una multitud en un desfile en el Día de la Independencia de los Estados Unidos, las celebraciones del 4 de Julio de este año estuvo marcado por ataques a balazos que ya suman nueve muertos y 38 heridos.
El lunes (3), un tiroteo ocurrido poco antes de la medianoche en Fort Worth, Texas, al sur del territorio, causó al menos tres muertos y ocho heridos. A CNN, la policía local informó que sus agentes encontraron a varios individuos baleados en un estacionamiento de un barrio de la ciudad conocido por las festividades que se realizan en anticipación a los desfiles de la fecha. Sin embargo, la causa de la violencia aún no está clara: según las autoridades, aún es demasiado pronto para decir si está relacionada con disputas de pandillas locales u otras.
Esa misma noche, en Filadelfia, en la costa este del país, un ataque dejó al menos cuatro muertos, además de dos niños heridos. El sospechoso es un hombre de unos 40 años equipado con un rifle, un revólver, un chaleco antibalas y un radio comunicador que fue detenido por la policía.
Los dos incidentes fueron precedidos por un tiroteo en una fiesta tradicional en un barrio de la ciudad de Baltimore, ubicada a unos 60 kilómetros de la capital, Washington, el domingo (2). En la ocasión murieron dos personas y otras 28 resultaron heridas, de las cuales 15 eran adolescentes, de entre 13 y 17 años. Hasta este lunes, siete de las víctimas seguían hospitalizadas, cuatro en estado grave, y los sospechosos del crimen no habían sido localizados por la policía.
La serie de eventos ilustra el crecimiento de los tiroteos masivos (definidos como ataques en los que se dispara a cuatro o más personas, con la excepción del tirador) que tienen lugar en los Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia. Según la ONG Gun Violence Archive, que documenta casos de violencia armada en el país, solo este año ha habido al menos 340 episodios de este tipo en EE. UU., una cifra cercana al total registrado en 2019, de 415. Desde entonces, sin embargo , este promedio creció significativamente: hubo 610 casos de este tipo en 2020, 690 en 2021 y 646 en 2022.
Para James Alan Fox, profesor de criminología en la Universidad Northeastern, una de las explicaciones de este subidón tiene que ver con el propio covid. “Muchos están experimentando dificultades financieras y emocionales derivadas de la pandemia”, dijo a la agencia de noticias Reuters.
El investigador agregó que, además de los tiroteos masivos, la venta de armas también aumentó en el período -la difusión del porte de equipo, que en EE.UU. es un derecho garantizado por la Constitución, es citada por muchos especialistas como una de las razones de el crecimiento de estas tragedias, y es un tema más que hoy divide políticamente a demócratas y republicanos en un país ya muy polarizado.
Este es el segundo año consecutivo que el Día de la Independencia es escenario de episodios violentos. Aún según el Archivo de Violencia Armada, el fin de semana del 4 de julio de 2022 terminó con al menos 15 muertos, además de 91 heridos. El más notable de ellos ocurrió precisamente en Highland Park, Illinois, cuando un francotirador se subió a un techo y apuntó con su rifle a los participantes en un desfile conmemorativo. La búsqueda del sospechoso paralizó la región durante todo el día siguiente.