Simone Mendes puede incluso ser cantante, pero prefiere dejar la música de lado cuando no está trabajando. No escucha canciones en el auto o mientras hace algunas tareas del hogar, ni asiste a los conciertos de otros compañeros, a pesar de querer conocer su trabajo. «Estoy ‘venoso’. Entonces muchas veces prefiero quedarme en casa», explicó el artista.
Participó en Altas Horas el sábado (8) para promocionar su primer sencillo en solitario, Erro Gostoso. La sertaneja rompió con su hermana, Simaria, en agosto del año pasado.
Durante la conversación con Serginho Groisman, reveló sus principales referentes musicales en la infancia –Milionário y Zé Rico, Chitãozinho y Xororó, Zezé Di Camargo y Luciano–, pero admitió haberse distanciado del medio desde que comenzó a hacer tres o incluso cuatro espectáculos por noche.
“Soy un artista muy extraño. No soy un artista que pone música en el auto, en la casa, en el camerino, en cualquier cosa. No escucho música ni me escucho a mí mismo, nada. Es muy difícil. ir a los shows de otros artistas también, estoy un poco loca”, confesó la cantante.
Simone atribuyó esto al intenso ajetreo de la profesión, pero también afirmó ser perezosa. “Creo que llegó un momento de mi vida en que prefiero estar tranquilo. No es que no me guste la música. De vez en cuando me la pongo. Pero no es normal escuchar música”, admitió.
La bahiana, por cierto, solo dejó su vagancia hace un rato, cuando tuvo que dedicarse a una carrera en solitario. Sin su hermana, buscó fuerzas para reinventarse y “vivir nuevas experiencias”. De hecho, poco después de que los artistas anunciaran su separación, Simone confesó tener miedo de subir al escenario sin Simaria. Hoy, sin embargo, trata de enfocarse en el cariño de sus fans.
“Tuve que pasar por esto para entender que soy fuerte, que tengo un país que me quiere y que tengo que seguir haciendo lo que sé hacer, que es cantar y llevar mi alegría. Yo creo que vivir un una nueva historia en la vida es un desafío», le dijo a Gshow en febrero.