sÃOO PAULO, SP (FOLHAPRESS) – Una mujer australiana condenada por la muerte de sus cuatro hijos fue indultada por la Justicia este lunes (5) (noche del domingo 4, en Brasilia) tras pasar 20 años en prisión. Kathleen Folbigg, de 55 años, una vez fue llamada la «peor asesina en serie» del país cuando fue arrestada en 2003 por cargos de asesinato.
Sin embargo, una revisión judicial iniciada en mayo del año pasado dio la vuelta al caso. Las nuevas investigaciones concluyeron que las pruebas utilizadas contra Folbigg en su momento fueron insuficientes y que existen dudas sobre su responsabilidad en las muertes. Ante nuevos elementos, el fiscal general de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, ordenó la liberación inmediata de la mujer.
«Ha sido una prueba terrible para todos los involucrados y espero que nuestras acciones pongan fin a este problema de 20 años», dijo Daley, quien también expresó su solidaridad con Craig Folbigg, el padre de los niños. «El resultado confirma que nuestro sistema es capaz de impartir justicia y demuestra que el estado de derecho es una base importante de nuestro sistema democrático», agregó.
Hace dos décadas, los fiscales alegaron que Folbigg asfixió a los cuatro niños, que tenían entre nueve semanas y tres años y murieron entre 1989 y 1999. En la demanda, la fiscalía dijo que era poco probable que los niños murieran repentinamente y sin explicación. En todos los casos, fue la mujer quien encontró los cuerpos, aunque no hubo pruebas de que ella causara las muertes.
Folbigg siempre se ha declarado inocente y ha afirmado que los niños murieron por causas naturales. Ya en 2021, decenas de científicos australianos y extranjeros firmaron una petición a favor de la liberación de mujeres. El texto cita nueva evidencia que relaciona las muertes con raras mutaciones genéticas.
Los científicos publicaron un estudio sobre el caso en la revista especializada de la Asociación Europea de Cardiología, asociando la mutación genética conocida como CALM2-G114R con una alta probabilidad de muerte súbita.
En la nueva investigación, dirigida por el juez jubilado Tom Bathurst, los fiscales dijeron que la investigación había cambiado la comprensión de las muertes de los niños. El caso se describe como uno de los errores judiciales más grandes de Australia. Como resultado, el gobierno firmó un indulto total a Folbigg.
El indulto no anula las condenas de Folbigg, según el fiscal general Daley. Esa sería una decisión de la Corte de Apelaciones en lo Penal, y el proceso podría demorar hasta un año en completarse. Si se anulan las condenas, Folbigg podría demandar al gobierno por millones de dólares en compensación.
«Es imposible comprender el daño causado a Kathleen Folbigg: el dolor de perder a sus hijos y casi dos décadas encerrada en prisiones de máxima seguridad por delitos que la ciencia ha demostrado que nunca ocurrieron», dijo la abogada de la mujer, Rhanee Rego.
Tras su liberación, Folbigg fue recibida en la puerta de la prisión por amigos que habían luchado por su libertad durante años, y Daley pidió privacidad para poder «seguir con su vida».