sÃOO PAULO, SP (FOLHAPRESS) – La diseñadora británica Mary Quant, que revolucionó el mundo de la moda al popularizar la minifalda en la década de 1960, murió este jueves a los 93 años, anunció su familia.
Fue una de las figuras más influyentes en la escena de la moda de la década de 1960 y se le atribuye haber hecho que la moda fuera accesible para las masas con sus diseños elegantes y vibrantes.
Mary Quant, una figura destacada del movimiento culturalmente efervescente «Swing Sixties», murió en paz en su casa en el condado de Surrey, en el sur de Inglaterra, dijo su familia. Ella fue «una de las diseñadoras de moda más conocidas del siglo XX y una innovadora excepcional», dijeron los miembros de la familia.
Nacida el 11 de febrero de 1930 en Londres, la diseñadora autodidacta abrió su primera tienda en 1955, Bazaar, en el pujante barrio de Chelsea.
Tienda de ropa y complementos, Bazar ofrecía productos muy diferentes al comercio tradicional de la época. Rápidamente se convirtió en un punto de encuentro para jóvenes y artistas, atrayendo a celebridades como los Beatles, los Rolling Stones, Brigitte Bardot y Audrey Hepburn.
Su estilo era fácilmente reconocible, con su famoso flequillo castaño, obra del estilista Vidal Sassoon.
Mary Quant fue conocida, sobre todo, por sus diseños de vestidos y faldas muy cortos, de líneas sencillas y colores vivos. Pero también fue famosa por sus pantalones cortos, impermeables de plástico y maquillaje colorido.
«Mi ropa encaja perfectamente con la moda adolescente, con el pop, los bares y los clubs de jazz», comentó en «Quant by Quant», su primera autobiografía, publicada en 1965.
«Es imposible cuantificar la contribución de Quant a la moda», dijo en un comunicado el museo Victoria and Albert, que realizó una exposición sobre su trabajo en 2019. «Ella representó la alegre libertad de la moda de la década de 1960 y brindó un nuevo modelo a seguir para las mujeres jóvenes. La moda actual le debe mucho a su visión pionera».
La influencia de la moda de Quant alcanzó su punto máximo con la llegada de la minifalda, cuyo dobladillo por encima de la rodilla, a menudo muy por encima de la rodilla, se convirtió en un símbolo de la cultura juvenil rebelde y la liberación sexual de una nueva generación.
En 1966, recibió un honor nacional por su contribución a la industria de la moda, recibiendo el premio de la Reina con un atuendo típicamente vanguardista, un vestido corto color crema y una boina, que causó sensación en la prensa nacional.