YIllie Jacobs, de 19 años, admitió haber matado a su hijo de 38 días durante la pandemia. La mujer fue sentenciada a cinco años de prisión.
El hijo murió de una sobredosis de paracetamol. Pero no fue la única atrocidad a la que fue sometido.
La mujer, de Northamptonshire, Reino Unido, dio a luz, a los 16 años, en una autocaravana en abril de 2020, revela la BBC.
En junio del mismo año, los servicios médicos de emergencia recibieron una llamada de la joven luego de que Archie sufriera un paro cardíaco. En el lugar se declaró la muerte del bebé.
La autopsia revelaría más tarde que el niño murió de una sobredosis de paracetamol.
A principios de este mes, Ellie confesó haber administrado altas dosis de la droga al bebé y admitió haberle roto la pierna y el pie días antes de su muerte.
Según Mirror, la joven experimentó graves pérdidas momentos antes de la muerte del bebé. Su pareja y el padre del bebé la abandonaron antes de que naciera el niño. Ellie, que vivía con su madre y su padrastro en una casa rodante, perdió a su madre en mayo de ese año, quien sufrió un accidente automovilístico.
La joven fue identificada por los servicios de seguridad social, pero habría rechazado cualquier tipo de ayuda para vivir con familiares o para ser acogida en una unidad de madres y bebés.
Will Crowther, inspector del caso, considera que se trata de un caso trágico de un bebé que murió a las cinco semanas, pero se mostró complacido de dar por finalizada la larga investigación porque la madre del niño colaboró con las autoridades y admitió su actuación.