O El alguacil del condado de San Jacinto, a unos 72 kilómetros al noreste de la capital del estado, Houston, dijo que el perímetro de la persecución se amplió de 12 kilómetros cuadrados a 50 kilómetros cuadrados.
«Ahora puede estar en cualquier parte», admitió Greg Capers en rueda de prensa.
Inicialmente, las autoridades pensaron que habían acorralado al sospechoso en un área boscosa cerca de la escena del tiroteo. Pero, tras intensas búsquedas, encontraron el celular cuya señal habían localizado, así como varias prendas de vestir.
Capers explicó que los perros policía siguieron al sospechoso durante algún tiempo, pero lo perdieron junto a un río.
El autor del tiroteo ha sido identificado como Francisco Oropeza, de 38 años, de nacionalidad mexicana. Las autoridades de Texas han ofrecido una recompensa de hasta $5 millones a cualquier persona que proporcione información que conduzca a su arresto.
El sospechoso era conocido en el vecindario porque le gustaba disparar armas en su patio delantero y ya se había llamado a la policía para que interviniera varias veces, dijo Greg Capers.
El viernes por la noche, el hombre estaba nuevamente afuera disparando cuando se le acercó un vecino que le pidió que se detuviera porque era tarde y estaban tratando de poner a dormir a un bebé.
El sospechoso respondió irrumpiendo en la casa de los vecinos, donde vivían diez hondureños, y mató a cinco de ellos, incluido un niño de 8 años, como si se tratara de una «ejecución», describió Capers.
Cuatro personas fueron declaradas muertas en la escena del tiroteo y el niño murió en el hospital.
Dos de las tres mujeres asesinadas estaban en el dormitorio de la casa y sus cuerpos yacían encima de dos de los tres niños que sobrevivieron, en un aparente intento de protegerlos de las balas, dijo la policía.
Según Gun Violence Archive (GVA), un proyecto sin fines de lucro que registra eventos de violencia armada en los Estados Unidos, ha habido 176 tiroteos masivos desde principios de 2023.
La GVA define un tiroteo masivo como aquel que termina con cuatro víctimas, muertas o heridas, sin incluir al perpetrador.
Texas se ha enfrentado a varios tiroteos masivos en los últimos años, incluido el ataque del año pasado a una escuela en Uvalde, en el que murieron 19 estudiantes y dos maestros.
Los líderes republicanos de Texas han rechazado reiteradamente los pedidos de nuevas restricciones al porte y uso de armas de fuego, incluso este año en las protestas encabezadas por varias familias cuyos hijos fueron asesinados en Uvalde.
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