El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos emitió una alerta sanitaria el lunes 3, tras confirmar la ocurrencia de cinco casos de malaria en el país; las primeras transmisiones locales registradas en 20 años. La malaria no es endémica en los EE. UU. y los casos pueden estar relacionados con el cambio climático. La enfermedad es propia de regiones más cálidas, tropicales o subtropicales, donde el clima favorece la proliferación del mosquito transmisor.
Se confirmaron cuatro casos en Florida y uno en Texas. Según las autoridades sanitarias, los casos no estarían relacionados. La malaria es causada por un parásito del género Plasmodium que llega a los humanos a través de la picadura de una hembra contaminada de Anopheles, también conocida como mordedura de uñas. La enfermedad se manifiesta inicialmente como gripe, y los primeros síntomas aparecen de nueve a 14 días después de la infección.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor en las articulaciones, dolores de cabeza, vómitos, convulsiones y coma. Si no se trata, la enfermedad puede causar la muerte.
El CDC dijo que todos los pacientes han recibido tratamiento y se están recuperando. Las autoridades sanitarias recomendaron la adopción de medidas de vigilancia y control de mosquitos en las zonas afectadas. Florida emitió una alerta tras la detección de casos de malaria, con llamados a la población a vaciar los recipientes con agua limpia estancada -ideal para la reproducción del mosquito-. Texas también emitió una advertencia similar.
El CDC explicó que «a pesar de la confirmación de casos, el riesgo de transmisión local de malaria sigue siendo extremadamente bajo en los EE. UU.». El último registro fue en 2003, cuando se identificaron ocho casos en Palm Beach, también en Florida. Casi todos los casos de malaria informados en los Estados Unidos son importados por personas que viajan a países con transmisión de la enfermedad.
En 2021 se registraron 619.000 muertes por malaria en todo el mundo, la gran mayoría en el África subsahariana, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Brasil, la mayoría de los casos de malaria se concentran en la región amazónica.