Este martes (2), MasterChef Brasil alcanza el hito de diez temporadas con aficionados, la versión que inició la franquicia de reality en el país. El tema promete ser una mezcla de sentimientos para los fanáticos que han seguido el programa desde el comienzo. Además de traer un nuevo juez en lugar de Henrique Fogaça, la atracción retoma las pruebas icónicas y también recuerda las competencias que estaban marcadas para el público.
En la primera dinámica, que se proyectará a partir de las 22:30 horas, 90 cocineros aficionados deberán presentar un plato a terminar frente al jurado y familiares y amigos. El que hace bien gana una cuchara, como sucedió en la primera edición, en el estadio Pacaembu, en 2014.
«La temporada 10 de Masterchef traerá una efervescencia de sentimientos», revela Marisa Mestiço, directora del programa, en una entrevista con noticiero. «Te recordará a los participantes que amamos y que odiamos, de las carreras de las que todavía hablamos mucho, porque eliminamos a tal y tal».
El director también agrega que los nuevos episodios tendrán recuerdos actualizados de otras ediciones. “Son pruebas que marcaron nuestra historia, pero en un nuevo formato”, apunta. La Sala São Paulo, por ejemplo, que ya fue utilizada en 2016, será el escenario de un evento que traerá de vuelta a los participantes más queridos de temporadas pasadas, además de un concierto de la Familia Lima.
“En las pruebas también vamos a recordar el icónico desafío del petit gateau del primer MasterChef, en el que Sandra Matarazzo echaba sal al cupcake en lugar de azúcar”, añade.
Rodrigo Oliveira es el nuevo juez del programa y, a pesar de tener un estilo más zen, promete ser bastante exigente. “Creo que regañar con un tono asertivo es una forma de cuidado”, señala.
Para el jurado, los competidores tendrán un gran desafío en esta edición en cuanto a emociones. “Es fundamental ser cool. Mucha gente buena se va porque no puede controlar sus sentimientos. Quien quiera llegar lejos tendrá que saber mantener la calma en los momentos de tensión. Todo pasa ahí y, muchas veces, las cosas saldrá mal. Ten paciencia, consigue recomponerte y reaccionar será sin duda la mejor actitud a tomar», apunta.
El selectivo de la temporada 10 de MasterChef quedará finalizado cuando se elijan los 18 cocineros aficionados que alegrarán esta edición. Los desafíos de temporada prometen cajas misteriosas innovadoras, que incluyen ingredientes exóticos y que escupen fuego, pruebas de gran equipo y chefs invitados para compartir experiencias con los participantes.
Los competidores se sumergirán en la gastronomía y explorarán la comida del Pantanal, los sabores africanos y aún deberán enfrentar el primer MasterChef Pasta Festival, en el que deberán crear pasta fresca desde cero y salsa de tomate para 100 italianos expertos en el tema. El ganador de cada prueba aún se lleva un pin dorado con el logo de reality.
El vencedor de la 10ª temporada se lleva el trofeo a casa, además de embolsarse un premio de R$ 300.000 en la tarjeta Pão de Açúcar y otros 300.000 puntos Stix para canjear por premios. El campeón también recibe un juego especial de sartenes Royal Prestige, un viaje a Eisenbahn para visitar la fábrica en Blumenau, un curso de sommelier de cerveza y un homebar completo de la marca, además del curso clásico en la escuela de gastronomía Le Cordon Bleu. El subcampeón ganará un curso de pastelería.