Científicos de la Universidad McMaster en Canadá han descubierto un nuevo antibiótico capaz de matar una especie mortal de superbacteria con la ayuda de la inteligencia artificial. El fármaco experimental, llamado «abaucina», ahora se someterá a pruebas de seguridad antes de ser utilizado en personas. Esta es la primera prueba de que la IA se puede utilizar en el desarrollo rápido de fármacos, dicen los investigadores.
Las superbacterias son un desafío para la medicina. Son evoluciones de especies que desarrollan resistencia a los antibióticos de uso común por parte de los médicos y por lo tanto requieren constantes estudios para crear nuevos fármacos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de un millón de personas mueren cada año por infecciones resistentes al tratamiento con antibióticos en el mundo.
En este estudio, los investigadores se centraron en la especie Acinetobacter baumannii, descrita por la OMS como una de las tres superbacterias más «críticas». Capaz de recoger el ADN de otras especies de bacterias en el medio ambiente, incluidos los genes de resistencia a los antibióticos, es resistente a casi todos los antibióticos.
Jonathan Stokes, uno de los responsables del estudio, califica a la superbacteria como «enemigo público número uno». Esto se debe a que, además de ser extremadamente resistente, también es muy común en hospitales y residencias de ancianos.
Por lo general, sobrevive en superficies y equipos médicos e infecta heridas, causando neumonía y provocando condiciones de salud graves.
La inteligencia artificial al servicio de la medicina
En el estudio de la universidad canadiense, la inteligencia artificial ayudó a reducir miles de sustancias químicas potenciales a un conjunto que podría probarse en el laboratorio contra la superbacteria. Los resultados fueron publicados en la revista científica Nature Chemical Biology.
Los científicos utilizaron fármacos conocidos con la estructura química exacta en pruebas manuales para ver cuál sería capaz de ralentizar o matar a Acinetobacter baumannii. Luego, ingresaron esta información a la plataforma de inteligencia artificial para que pudiera conocer las características químicas de los fármacos que podrían atacar a la bacteria.
Luego, la tecnología se puso a examinar una lista de 6.680 compuestos cuya eficacia se desconocía. En hora y media llegó a una terna de unos 240.
Finalmente, los investigadores probaron las sustancias seleccionadas por la inteligencia artificial y encontraron nueve antibióticos potenciales. Uno de ellos, la abaucina, demostró ser extremadamente potente en pruebas de laboratorio: es capaz de tratar heridas infectadas en ratones y matar muestras de la superbacteria.
Los próximos pasos, según Stokes, son mejorar el fármaco en el laboratorio y realizar ensayos clínicos. La expectativa es que en 2030 el antibiótico esté disponible para ser recetado a los pacientes.
Las pruebas demostraron que la abaucina no tiene efecto sobre otras especies de bacterias, solo sobre Acinetobacter baumannii. El descubrimiento sorprendió a los científicos de McMaster, ya que muchos antibióticos matan bacterias indiscriminadamente.
Por el lado positivo, los investigadores creen que esta precisión de la abaucina dificultará que la superbacteria desarrolle resistencia al fármaco y puede provocar menos efectos secundarios.
Según los investigadores, además del descubrimiento del nuevo antibiótico, el experimento demostró que la inteligencia artificial puede acelerar enormemente el descubrimiento de nuevos fármacos en general.
«Los enfoques de inteligencia artificial para el descubrimiento de fármacos llegaron para quedarse y seguirán perfeccionándose», dice James J. Collins, profesor de ingeniería médica y ciencia en el MIT, en una publicación de McMaster.
“Sabemos que los modelos algorítmicos funcionan, ahora es cuestión de adoptar ampliamente estos métodos para descubrir nuevos antibióticos de manera más eficiente y económica”, completa el experto.