tuUn hombre condenado a muerte por el asesinato de dos guardias de la prisión, en un intento fallido de ayudar a un recluso a escapar de la misma prisión en la que se encontraba, eligió disfrutar de dos hamburguesas con queso y tocino, papas fritas y un batido de chocolate como su última comida antes de la ejecución.
Según el New York Post, citando al Departamento Correccional de Missouri, Michael Tisius, de 42 años, recibió una inyección letal en la cárcel de Bonne Terre el martes, poco después de su última comida.
El hombre fue declarado culpable del asesinato en 2000 de Leong Egley y Jason Acton durante un intento de liberar a su compañero de prisión, Roy Vance.
En junio de 2000, Michael Tisius, entonces de 19 años, fue arrestado por un delito menor y sabía que sería liberado en cuestión de horas. En la misma prisión en Huntsville estaba Roy Vance, y los documentos presentados ante el tribunal muestran que los dos hombres tramaron un plan para la fuga de Vance, con la ayuda de Tisius.
La muerte de Tisius se produjo horas después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara una apelación presentada por su defensa para bloquear la ejecución.
En su declaración final, Tisius escribió que lamentaba sus crímenes y lamentaba su incapacidad para «arreglar las cosas» mientras estaba vivo.
El caso de Tisius ha generado polémica a lo largo de los años, según destaca el diario estadounidense, con la defensa argumentando que, cuando cometió el crimen, el hombre tenía solo 19 años y sufrió el impacto de una infancia pobre y violenta, llegando incluso a estar sin hogar
La Justicia consideró que el doble homicidio era motivo suficiente para aplicar la pena de muerte, pese a que los abogados del acusado reiteraron que las muertes no fueron premeditadas. Tisius declaró que la intención era simplemente encerrar a los guardias en una celda mientras liberaba a Vance. También se presentó un video en el que Vance se atribuyó la responsabilidad de planificar el escape y confesó haber manipulado a Tisius para que colaborara.
La ejecución fue la 12 del año en Estados Unidos y la tercera en el estado de Missouri.
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