tum Early El Niño ya está oficialmente formado. Debe ser fuerte, arruinando el clima en todo el mundo y dando un poco más de calor a la Tierra que ya se está calentando, anunciaron los meteorólogos el jueves. En Estados Unidos, la Administración Nacional de Atmósferas y Océanos (NOAA) lanzó una alerta anunciando la formación del fenómeno climático. Y debe ser muy diferente a los anteriores.
El Niño se caracteriza por el calentamiento anormal de las aguas del Océano Pacífico, lo que termina influyendo en el clima mundial, con impactos en la temporada de huracanes en el Atlántico y ciclones en el Pacífico. Este año, El Niño se formó al menos un mes antes de lo habitual, lo que le da al fenómeno un poco más de tiempo para crecer. Con esto, según los expertos, hay un 56% de posibilidades de ser considerado fuerte y un 25% de posibilidades de alcanzar proporciones gigantescas, según la científica Michelle L’Heureux, jefa de la oficina de pronóstico climático de El Niño/La Niña de la NOAA.
Existe entonces la posibilidad de que 2023 rompa un nuevo récord para el año más caluroso registrado, con temperaturas superiores a las observadas en 1998 y 2016, especialmente años calurosos. La combinación del fenómeno climático muy intenso con la aceleración de los efectos del calentamiento global sería la responsable del récord. “Si este El Niño alcanza la categoría de los más fuertes, será la recurrencia más corta en el registro histórico”, dice Kim Cobb, climatóloga de la Universidad de Brown (EE.UU.).
Un intervalo tan corto entre dos El Niño particularmente fuertes deja a las comunidades con menos tiempo para recuperarse de los daños a la infraestructura, la agricultura y los ecosistemas causados por el fenómeno. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) está en alerta especialmente por un gran avance de las temperaturas en los próximos dos años.
Costo
Durante los próximos meses, durante el invierno, El Niño debería sentirse con más fuerza en el hemisferio sur. Entre los países más afectados se encuentran Brasil, Colombia y Venezuela, con pronósticos de intensas sequías, así como India e Indonesia. El fenómeno climático tiene un alto costo para la economía global. Según estimaciones del Banco Mundial, El Niño de 1997 y 1998 costó a las arcas públicas de los países más afectados US$ 45 mil millones (R$ 222 mil millones).
En Brasil, investigadores del Centro de Pronóstico del Tiempo y Estudios Climáticos (CPTEC) del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) ya analizaban la formación de El Niño. Debería aumentar las temperaturas y causar sequía en partes de las regiones del norte y noreste de Brasil. En el otro extremo, en algunas partes de la Región Sur, el fenómeno debería provocar precipitaciones excesivas. (Con agencias internacionales).
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